En la vida, el
ser humano a veces se ve expuesto a situaciones difíciles, imprevisibles,
inesperadas…en las que es necesario decidir,
sin demora, sin garantía, sin remedio…!
No es fácil
entonces, a priori, asegurar las consecuencias de la decisión, sin embargo
hay que analizar las posibilidades, opciones, anticipar las ventajas,
inconvenientes y barajar muy bien lo más correcto, adecuado y/o a veces, lo
menos perjudicial. Pues, a posteriori, es fácil decir “lo que hubiera sido mejor”. Aún
resulta más complicado y difícil cuando esta decisión no sólo afecta a la
persona en cuestión que se encuentra en el papel de la toma de decisiones, sino
que afecta a un grupo y que además no es una sola persona la que decide, sino
un grupo formado en este caso, por varios elementos de la comunidad educativa.
Ocurrió que
las madres y padres de quinto curso se organizaron de forma totalmente autónoma
durante varios meses, implicándose perfectamente en esa labor para ofrecer una
actividad de ocio, celebración, convivencia y colaboración perfecta, junto a la
organización por parte de Ampa, la Dirección, el Profesorado, el alumnado, la
familia, Ayuntamiento y entidades colaboradoras. Y ocurrió que sin
ser invitada a tal evento, se coló en la fiesta la lluvia,
entorpeciendo la labor que con tanta ilusión, energía y empeño preparamos entre
todos. Es en momentos como estos en los que es difícil solucionar y obtener una
respuesta positiva del público asistente, usando correctamente los recursos y
herramientas más adecuadas para afrontar, en este caso, la inclemencia del mal tiempo que no
favoreció y que por lo contrario, desmereció la actividad. Sin embargo, es de
agradecer y loable la respuesta y actitud expresada por el público y por los
colaboradores sobre el escenario, que “sintiendo
la incomodidad de la lluvia, esperaban pacientemente”, tanto la demora del
comienzo de la verbena, como la posible reanudación de la misma, refugiados
bajo las cornisas y balcones (en un intermedio-descanso no previsto de esa
manera) con ganas de fiesta y de
colaborar en la barra, tapeando bajo los paraguas, expectantes con respeto
hacia las actuaciones, que seguían taconeando su arte, también pasadas un poco
por agua, expresando de este modo un apoyo y comprensión tan necesarios en ese momento que pensamos
que fue clave para minimizar el posible daño hacia el objetivo de tal evento:
tanto el beneficio del alumnado de quinto, como de la preparación y disfrute por parte de todas las personas
implicadas ayer en el desarrollo de la verbena. ¡Chapeau para el público y colaboradores!. Gracias a
todos los asistentes.
AMPA
“EL TEJAR” BONARES, JUNIO 2.014